Si hay una definición más acertada al tipo de servicios que ofrezco como psicólogo, es la de guía terapéutico mediante la expresión de las situaciones emocionales a las que hacemos frente diariamente. Donde destacan el uso de la palabra como herramienta de autoexploración y el análisis de sus significados con sus diversos condicionantes. 

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La vida está llena de situaciones de crisis, que pueden arrojar posibilidades de crecimiento personal o momentos de vulnerabilidad, en los que el acompañamiento profesional puede darse como un requisito imprescindible como garantía de reducción de efectos perjudiciales en nuestra salud mental, emocional, social y física. 

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¿Cuántas veces no hemos sentido un nudo en la garganta que duele, entorpece el respirar y dificulta el habla, todo por callar y silenciar nuestras voces?

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Desarrollemos un espacio de diálogo interno, en el que se pueda expresar libremente, sin miedo a juicios valorativos, donde la libertad de expresión constituyan el medio de redimirnos, sanar y acercarnos al equilibrio. Donde sea esta propia libertad de narrar nuestros hechos, los que nos permita el afrontamiento de aquello que nos enferma.